Sin miedo alguno a equivocarme, puedo decir que ésta es la etapa más bonita que he andado en los Caminos de Santiago hasta la fecha, por varios motivos: es una etapa con mucha vegetación, mucho bosque y de camino de tierra en su totalidad, hasta que entras en Melide por el puente de San Xoán de Furelos; además, es muy entretenida, porque pasa por diferentes aldeas pequeñas, con su parroquia y su albergue, bares, tiendas...
Por la mañana salimos con el coche desde el Albergue Pereiro en Melide hasta Palas de Rei. Empezamos a andar sobre las 8:30 de la mañana, después de tomar un buen desayuno en el Bar La Juventud. Teniendo en cuenta que en estas etapas los peregrinos arrancan bien temprano, incluso de noche..., podemos considerar que empezar a andar a las 8:30 es ya bastante tarde, pero esto también hizo que fuésemos tranquilos y solos en muchos tramos del Camino. Nuestra perra iba encantada, subiendo y bajando los laterales del Camino, a veces se perdía y aparecía más adelante.
En uno de los bares donde paramos a hacer un descanso con un café, encontré a una compañera de trabajo que también peregrinaba con unas amigas. Una bonita casualidad!!
Y hemos terminado comiendo pulpo en Ezequiel, algo de lo más típico para los peregrinos que acaban aquí, en Melide.
Para terminar el día, nos fuimos de nuevo hacia Palas de Rei, recogimos el coche y nos fuimos a visitar la ciudad de Lugo.
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Iglesia de San Xulián do Camiño |
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Casa de los Somoza |
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Iglesia de Nuestra Señora de Leboreiro |
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Puente de la Magdalena |
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Puente de San Xoán de Furelos, a la entrada de Melide |
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Pulpería Ezequiel |
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De beber quiero lo que diga mi camiseta 🍺 |
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