martes, 20 de agosto de 2024

Santiago de Compostela: Oficina de Acogida al Peregrino, Museo de la Catedral y Pórtico de la Gloria

A las 6:15 de la mañana ha salido el autobús de Muxía para Santiago. He pasado la noche un poco a duermevelas, quizás por el miedo a quedarme dormido y perder el autobús. A las 6:00 ya estaba en la parada, lloviendo. Una vez instalado en el bus, he estado durmiendo hasta llegar a Santiago.

He dejado la mochila en la consigna de la estación de autobuses; el palo no me cabía en la taquilla, por lo que lo he dejado escondido, con la esperanza de que no me lo quiten. Lo primero ha sido desayunar: un café con un croissant en el Bar Diplomático, frente al Parlamento de Galicia (el croissant me ha dejado un regusto desagradable en la boca). Me voy andando hasta la Oficina de Acogida al Peregrino, donde me ponen el sello en la credencial. Después me voy a una biblioteca pública para leer, quitarme de la lluvia y hacer tiempo hasta la visita guiada al Museo de la Catedral y Pórtico de la Gloria.

Sobre las 11:00 me voy a la Catedral y entro en la tienda oficial, donde ojeo libros sobre el Camino. Me meto en un hotel para tomar un café, ya que la lluvia hace incómodo, con tanta gente, andar por la calle. Además, el chubasquero se me ha quedado en la mochila.

A las 12:15 empieza la visita al Museo. El guía se llama Gabriel, y es un máquina, nos ha dado mucha información en la hora y media que estuvo con nosotros. Por ejemplo, me quedo con el siguiente dato: 21 millones de euros costó la restauración de la Catedral. Nos explicó con detenimiento el Pórtico de la Gloria; como en toda la visita está prohibido hacer fotos, volví al final a la tienda para comprar una postal del Pórtico. Sólo se pueden hacer fotos en el claustro, desde donde se pueden ver las diferentes torres de la Catedral y apreciar cómo se dan en ella los principales estilos arquitectónicos del arte occidental: el románico, el gótico, el renacentista y el barroco. También desde el claustro se puede apreciar el color de la piedra sin restaurar (no se llegó a restaurar la Torre del Reloj) y el color ya restaurada. Al terminar la visita, regreso al Museo para ver la Biblioteca, que no se visitaba con el guía.

Vuelvo hacia la estación sobre las 14:30 y me paro a comer una hamburguesa en el Bar Muralla. También entré en un supermercado para comprar algo de comer para el trayecto del viaje. En la consigna de la estación recojo mi mochila y mi palo. El autobús sale hacia Sevilla con puntualidad. Me despido de este bonito Camino 2024, en el que he dejado cerradas etapas que tenía pendientes y he pasado página a lo que ocupaba mis malas noches.


Claustro de la Catedral de Santiago, visita incluida con la entrada al Museo de la Catedral


Las dos torres de la fachada del Obradoiro, desde el claustro.

Imagen escaneada de la postal del Pórtico de la Gloria


lunes, 19 de agosto de 2024

ETAPA LIRES - MUXÍA

Comienzo a andar a las 9:30 de la mañana, muy tarde después de un percance en el albergue: no encontraba el pantalón corto para andar y tampoco la cartera, que suponía que estaría en el bolsillo del pantalón. Ya no sabía dónde mirar y desmonté la mochila varias veces, hasta que me di cuenta de que también me faltaban las mallas. Y abrí la bolsa de aseo y vi que dentro estaba la cartera. Entonces me vino a la memoria los pasos que di ayer al lavar la ropa, y tuve la visión de la bolsa con la ropa sucia: encontré en el lavadero la bolsa con el pantalón y las mallas, todo mojado del relente de la noche. Me siento en el Restaurante As Eiras a tomar tranquilo el desayuno, y aún me encuentro en las mesas a algunos peregrinos que iban para Finisterre, y desayuné con ellos. Tras despedirnos y quedarme solo, me pido otro café para terminar de relajarme del sofocón con el pantalón y la cartera.

El Camino es muy bonito en esta zona. Sobre las 11:00 paso por la localidad de Morquintián; a partir de aquí, cruzo plantaciones de eucaliptos o pinos y breves tramos de carretera, acompañado siempre de modernos molinos de energía eólica.

Por la carretera llegamos a la Praia de Lourido y a poco más de un kilómetro entramos en Muxía. A las 13:30 estoy en el albergue Arribada y salí a comprar a una carnicería cercana un trozo de empanada de carne y algo de chacina, y me lo tomo en la cocina del albergue con una lata de cerveza. La cocina del albergue está muy bien, muy limpio todo, amplio. Luego salgo a tomar un café y un helado.

A las 15:30 estoy ya duchado, he lavado algo de ropa y he tendido la ropa que encontré mojada en la bolsa esta mañana; me echo en la litera para dormir una siesta. A las 18:30 he subido al Santuario de Ntra Sra da Barca, que estaba abierto para la Misa. Una vez escuchada la Misa y visitado el camarín de la Virgen, me he estado entreteniendo haciendo fotos alrededor del santuario y del faro, hasta la hora de la cena, que me fui a O Porto y he pedido navajas y pulpo. Para celebrar este fin del Camino, he me tomado un gin-tonic. Hace 19ºC, pero no siento frío, más bien al contrario, disfruto mucho de esta temperatura en la terraza del O Porto, hasta que me entra sueño y cojo camino del albergue.








A las 12:15 de la mañana, ya tenemos un sol que quema lo suficiente como para que estos corderitos busquen la sombra debajo del hórreo.


Praia de Lourido

Es la primera vez que puedo entrar en la Ermita de Ntra Sra da Barca. Es ya la tercera vez que estoy en Muxía, pero hasta hoy no la he encontrado abierta. He escuchado Misa y he subido al camarín de la Virgen.

La Virgen de la Barca en el altar

Desde el camarín de la Virgen

Una bonita imagen de Santiago en el Santuario







Esta fotografía es la que señala el final de este Camino 2024. Lo he disfrutado muchísimo.





domingo, 18 de agosto de 2024

ETAPA FINISTERRE - LIRES

A las 7:45 me ha sonado el despertador. Todos los peregrinos que están en el albergue Mar de Rostro de Finisterre siguen durmiendo. He sacado en silencio todas mis cosas de la habitación al salón del albergue y aquí me he vestido y organizado con tranquilidad y con luz. A las 8:30 me voy a desayunar a la cafetería Batidor, montada aquí por unos extranjeros que en su día se enamoraron del Camino de Santiago y de Finisterre.

Empiezo a andar sobre las 9:00 con algo de llovizna, pero pronto me sobra el chubasquero. Antes de salir definitivamente de Finisterre, me lío con la dirección del Camino que debo tomar para seguir hacia Muxía. Entonces me acerco al hotel Langosteira para tomar un café y reorientarme; la mujer de la cafetería me indicó estupendamente.

El Camino hacia Lires es muy bonito. Hay mucha niebla que va saliendo desde la misma playa de Langosteira y desde la humedad del suelo, pero poco a poco se va abriendo el día. Sin embargo, en algunos tramos la niebla volvía embelleciendo la caminata.

He llegado a Lires sobre las 13:30 y el albergue As Eiras me gusta mucho. Me ducho, lavo la ropa y me voy a comer al restaurante junto al albergue, que tiene el mismo nombre, por lo que deduzco que es todo un complejo. Entre el albergue y el restaurante hay un hotel con el mismo nombre. He comido una ensalada y un bocadillo buenísimo de calamares. Después, me he quedado en la cama leyendo hasta cerca de las 19:00 horas.

Me cambio de ropa para bajar a la playa de Lires, con otros dos peregrinos, un chico joven de Alicante y otro de más edad (44 años) de Barcelona. Hemos visto la puesta de sol y luego volvemos al bar del albergue para cenar. Hay música en la calle, por lo que la disfrutamos un rato y sobre las 23:30 nos vamos a la cama.

Un bizcochito muy santiaguista en el Bastidor, una cafetería que recomiendo como punto de partida para la etapa desde Finisterre.

Vista de la Playa de Langosteira, a la salida de Finiesterre. La niebla surge del mar y se va colando al interior.







Encontramos a lo largo del Camino muchas señales dobles, una indicando a Muxía y otra hacia Fisterra.














sábado, 17 de agosto de 2024

Santiago de Compostela (Museo del Peregrinaje) y Finisterre

Durante toda la noche ha ido entrando gente en el hostel donde me he quedado en Santiago; aún así he descansado y me siento bien. Me levanto temprano con idea de coger lo antes posible el autobús para Finisterre y cuando llevo ya más de veinte minutos andando en dirección a la estación de autobuses, me doy cuenta de que me he olvidado el palo en el albergue. Así que me vuelvo a recogerlo y veo que ya no tendré tiempo para coger el autobús de las 9:00 horas. Decido desayunar en Santiago en Cafetería Paraíso e ir al Museo del Peregrinaje, que abre a las 11:00 y cuya entrada es gratuita. He dejado la mochila en una tienda de souvenirs con consigna y aquí he comprado una bonita postal de la urna que está en la cripta, bajo el altar de la Catedral, donde están las cenizas del Apóstol Santiago -cuando bajé a la cripta, no me dio tiempo a fotografiarla-.

El Museo me ha gustado muchísimo y me he emocionado con la historia de La Niña. En los primeros paneles del Museo, se muestran fotografías de otros muchos peregrinajes que se hacen en el mundo, en otras religiones y en otras culturas. Después encontramos esculturas en diversos materiales (marfil, madera, azabache) con las diferentes representaciones de Santiago.

Al salir he buscado un sito para probar el pulpo. En El Gato Negro había cola y en los restaurantes de la calle Francos había bastante gente. Finalmente, he entrado en el Restaurante El Rápido (el pulpo está muy bueno); de aquí me voy de nuevo a la Cafetería Paraíso a tomar una tarta de Santiago.

Me voy andando a la Estación de Autobuses para coger el bus a Finisterre. Mi compañera de asiento era una chica joven gallega, de uno de los pueblos de la región: ella me explicó que los jóvenes se mueven mucho entre los pueblos y los conocen bien, por eso la mayoría de los jóvenes no hacen el Camino de Santiago, porque entienden que conocen todas las localidades por donde pasa el Camino. Su conversación y la velocidad con la que circulábamos nos hizo llegar a Finisterre enseguida, antes de la hora prevista. Me acerco al albergue que tengo reservado, Mar de Rostro, y la hospitalera me da indicaciones para bajar al Museo de la Pesca y para comprar en el supermercado. El Museo cierra a las 19:00, por lo que decido ir aquí primero, comprar y después ducharme.

He llegado al Museo sobre las 18:40 y el señor fundador del Museo comenzaba una visita guiada. Este señor ha vertido su pasión por el mar en este museo y sus explicaciones sobre la pesca tradicional son verdaderamente lecciones de vida.

En el super he comprado salami y lomo para cenar. Me lo he comido en el albergue después de ducharme y cuando salgo a dar un paseo empieza a lloviznar. Aunque hace calor, tengo que ponerme el chubasquero; se ve una niebla en el puerto porque sube el agua que se evapora, y en el mar no se ve prácticamente nada. Me he tomado una cerveza y un vasito de helado de pistachos y frutos rojos, muy bueno, mientras hablo por teléfono con la familia. Me encuentro de nuevo con la hospitalera por las calles y estuvimos charlando un buen rato sobre la vida en invierno en estos pueblos.

A las 22:30 ya estoy en la cama.

Almanaque de regalo de la Cafetería Paradiso

Postal de la urna con las cenizas de Santiago, en la cripta de la Catedral

Praza das Praterias

Rúa do Vilar


Patio del Pazo de Fonseca

Preciosa imagen en marfil de la Sagrada Familia Peregrina, en el Museo del Peregrinaje

La Niña es una mochila sin peregrino que realizó el Camino Francés durante la pandemia del COVID, en el año 2020. Voluntarios se fueron encargando de recogerla en diferentes puntos para trasladarla con servicios de correos o de taxis, y en cada localidad se colgaba un recuerdo diferente. La historia de La Niña me emocionó, porque me hizo ver el amor que muchos peregrinos tienen al Camino de Santiago.

Las tres representaciones iconográficas de Santiago: Santiago apóstol, Santiago caballero y Santiago peregrino

Santiago peregrino en madera

En una amplia pared blanca, con luz intensa, se encuentra este otro símbolo del Camino: el bordón o el palo que lleva el peregrino. Aquí hay de diferentes tamaños y maneras, desde una simple rama cortada y pulida hasta los modernos bastones de trekking que compramos en una tienda de deportes.

Representación en piedra de azabache de Santiago caballero

Finisterre: entrada al Museo de la Pesca

Trampas para la captura del pulpo

Colgada del techo, con esas cuerdas, encontramos una mandíbula de ballena.

Museo de la Pesca de Finisterre