sábado, 17 de agosto de 2024

Santiago de Compostela (Museo del Peregrinaje) y Finisterre

Durante toda la noche ha ido entrando gente en el hostel donde me he quedado en Santiago; aún así he descansado y me siento bien. Me levanto temprano con idea de coger lo antes posible el autobús para Finisterre y cuando llevo ya más de veinte minutos andando en dirección a la estación de autobuses, me doy cuenta de que me he olvidado el palo en el albergue. Así que me vuelvo a recogerlo y veo que ya no tendré tiempo para coger el autobús de las 9:00 horas. Decido desayunar en Santiago en Cafetería Paraíso e ir al Museo del Peregrinaje, que abre a las 11:00 y cuya entrada es gratuita. He dejado la mochila en una tienda de souvenirs con consigna y aquí he comprado una bonita postal de la urna que está en la cripta, bajo el altar de la Catedral, donde están las cenizas del Apóstol Santiago -cuando bajé a la cripta, no me dio tiempo a fotografiarla-.

El Museo me ha gustado muchísimo y me he emocionado con la historia de La Niña. En los primeros paneles del Museo, se muestran fotografías de otros muchos peregrinajes que se hacen en el mundo, en otras religiones y en otras culturas. Después encontramos esculturas en diversos materiales (marfil, madera, azabache) con las diferentes representaciones de Santiago.

Al salir he buscado un sito para probar el pulpo. En El Gato Negro había cola y en los restaurantes de la calle Francos había bastante gente. Finalmente, he entrado en el Restaurante El Rápido (el pulpo está muy bueno); de aquí me voy de nuevo a la Cafetería Paraíso a tomar una tarta de Santiago.

Me voy andando a la Estación de Autobuses para coger el bus a Finisterre. Mi compañera de asiento era una chica joven gallega, de uno de los pueblos de la región: ella me explicó que los jóvenes se mueven mucho entre los pueblos y los conocen bien, por eso la mayoría de los jóvenes no hacen el Camino de Santiago, porque entienden que conocen todas las localidades por donde pasa el Camino. Su conversación y la velocidad con la que circulábamos nos hizo llegar a Finisterre enseguida, antes de la hora prevista. Me acerco al albergue que tengo reservado, Mar de Rostro, y la hospitalera me da indicaciones para bajar al Museo de la Pesca y para comprar en el supermercado. El Museo cierra a las 19:00, por lo que decido ir aquí primero, comprar y después ducharme.

He llegado al Museo sobre las 18:40 y el señor fundador del Museo comenzaba una visita guiada. Este señor ha vertido su pasión por el mar en este museo y sus explicaciones sobre la pesca tradicional son verdaderamente lecciones de vida.

En el super he comprado salami y lomo para cenar. Me lo he comido en el albergue después de ducharme y cuando salgo a dar un paseo empieza a lloviznar. Aunque hace calor, tengo que ponerme el chubasquero; se ve una niebla en el puerto porque sube el agua que se evapora, y en el mar no se ve prácticamente nada. Me he tomado una cerveza y un vasito de helado de pistachos y frutos rojos, muy bueno, mientras hablo por teléfono con la familia. Me encuentro de nuevo con la hospitalera por las calles y estuvimos charlando un buen rato sobre la vida en invierno en estos pueblos.

A las 22:30 ya estoy en la cama.

Almanaque de regalo de la Cafetería Paradiso

Postal de la urna con las cenizas de Santiago, en la cripta de la Catedral

Praza das Praterias

Rúa do Vilar


Patio del Pazo de Fonseca

Preciosa imagen en marfil de la Sagrada Familia Peregrina, en el Museo del Peregrinaje

La Niña es una mochila sin peregrino que realizó el Camino Francés durante la pandemia del COVID, en el año 2020. Voluntarios se fueron encargando de recogerla en diferentes puntos para trasladarla con servicios de correos o de taxis, y en cada localidad se colgaba un recuerdo diferente. La historia de La Niña me emocionó, porque me hizo ver el amor que muchos peregrinos tienen al Camino de Santiago.

Las tres representaciones iconográficas de Santiago: Santiago apóstol, Santiago caballero y Santiago peregrino

Santiago peregrino en madera

En una amplia pared blanca, con luz intensa, se encuentra este otro símbolo del Camino: el bordón o el palo que lleva el peregrino. Aquí hay de diferentes tamaños y maneras, desde una simple rama cortada y pulida hasta los modernos bastones de trekking que compramos en una tienda de deportes.

Representación en piedra de azabache de Santiago caballero

Finisterre: entrada al Museo de la Pesca

Trampas para la captura del pulpo

Colgada del techo, con esas cuerdas, encontramos una mandíbula de ballena.

Museo de la Pesca de Finisterre


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