lunes, 25 de julio de 2022

ETAPA A POBRA DE PARGA - SOBRADO DOS MONXES

Hoy se me presenta la segunda etapa más larga en la que pretendo andar por la mañana y por la tarde. Como voy por el Camino complementario desde A Pobra de Parga hasta Sobrado, tengo pensado parar a comer en As Cruces. Pero hoy es festivo en Galicia, es el Día de Santiago, y esto hace que cuando llego a As Cruces, me lo encuentro todo cerrado.

😓

Pero ... vamos a empezar por el principio.

Ayer estuve llamando para reservar una cama en el albergue del Monasterio de Sobrado, pero no me cogieron el teléfono. Un peregrino alemán me decía que en este albergue no se podía reservar, que los monjes hospedaban según orden de llegada de los peregrinos. Así que, como tenía pensado andar por la tarde (calculo que serían en total unos 25 kms), no me quise arriesgar a quedarme sin alojamiento, y llamé al Albergue Lecer para que me guardaran una cama.

En el albergue Parga Natura, Vicente dejó preparado todo lo necesario para que cada cual, cuando se levantara, pudiera desayunar lo que le apeteciera. Además, dejaba un picnic para media mañana. 

Los primeros kilómetros de la jornada fueron por las inmediaciones del Río Parga, una zona verde y boscosa con tramos de pista y otros de carretera, por donde apenas hay tráfico. Después de pasar por algunas pequeñas poblaciones, a unos 7 kms de A Pobra de Parga llegué a la Taberna da Modia en Santa María del Villar, donde quise parar para tomar sólo un café. Pero una vez allí, empiezo a sentirme cómodo con la conversación del señor que lleva el bar y le pedí si podía prepararme un bocadillo. De las cosas que me ofreció, me quedé con un queso fresco que estaba muy bueno.

Tras reponerme con el bocadillo y el café, retomo la carretera y llego a una zona alta con aerogeneradores donde me entretengo haciendo panorámicas con el móvil; luego me encuentro con el límite territorial de Lugo y entro en la provincia de La Coruña, punto de mayor altitud de esta etapa.

Cuando llego a As Cruces, me encuentro que está todo cerrado y no puedo parar a comer. Así, descanso un poco en la glorieta donde está la capilla y la fuente, y me pongo de nuevo a andar cruzando la carretera hacia Sobrado y siguiendo las indicaciones del Camino. Hubiese podido seguir por la carretera que lleva a Sobrado y seguramente hubiese encontrado algo para almorzar, pero no quería dejar el Camino tradicional.

Poco después de As Cruces sale un Camino hacia Boimil y Biomorto sin pasar por Sobrado. Ayer en el Parga Natura me habló una peregrina de esta sub-variante, que la iba a coger para continuar hasta Santiago sin enlazar con el Camino Francés. Yo continúo con la idea de poder ver el Monasterio de Sobrado, algo que me parece inexcusable.

Sobrado es una localidad pequeña que se ha hecho en torno al Monasterio, con mucha vida en la plaza donde está el Ayuntamiento y el arco de las murallas de entrada al Monasterio cisterciense de Santa María. Aquí hay caferías y bares, con muchos peregrinos sentados al sol tomando cervezas.

He llegado sobre las cuatro de la tarde al albergue Lecer: estaban prácticamente todas las camas ocupadas y me adjudican una litera superior. Apenas hay espacio para dejar las cosas, así que me decido por dejarlo todo recogido en unas taquillas disponibles de forma gratuita, y dejo sobre la cama lo imprescindible. Lo primero que hago es darme una ducha y preparar la ropa para llevarla a la lavandería. Después me dirijo a la plaza del pueblo para ver si puedo comer algo, aunque ya las cocinas estuviesen cerradas; me prepararon un bocadillo de tortilla en la cafetería Plaza de Sobrado y tras un café, me dirijo al Monasterio a ver los horarios de visita.

En la entrada principal del Monasterio está, a la derecha, la entrada al albergue de peregrinos, y a la izquierda está la tienda, donde he sellado la credencia y he comprado la entrada. Lo primero que ves al salir de la tienda es el Claustro de los Peregrinos, en torno al cual están las habitaciones. La verdad es que hubiese sido estupendo alojarme en un sitio como éste, un albergue histórico que ha acogido a peregrinos desde muchos siglos atrás. Poco a poco sigue la visita y te das cuenta de que este lugar tiene unas dimensiones considerables. Me encuentro con caras conocidas, con peregrinos a los que he visto en otros albergues en los días anteriores. En la Iglesia, nos recomiendan cantar en el centro del altar para ver la acústica que tiene. Me acoplo a un grupito de turistas gallegos para cantar con ellos, pero donde estoy sólo consigo escucharme a mí mismo. Sin embargo, cuando terminamos de cantar una canción de misa, vemos que otros visitantes empiezan a aplaudirnos desde los bancos de la Iglesia. Ha sido un momento divertido.

A las 19:00 son las vísperas y podremos subir al espacio donde los monjes se reúnen para los cánticos. Así que aprovecho para volver al albergue y llevar la ropa a la lavandería. Después de terminar de ordenar de nuevo toda la ropa en la taquilla, vuelvo a la tienda del Monasterio y el señor de la tienda me acompaña por escaleras y pasillos hasta llegar a una amplia capilla circular donde los monjes se sentarán y empezarán las vísperas. Hay un espacio aparte con sillas donde nos sentamos los visitantes: aquí me encuentro a los dos peregrinos alemanes con los que cené en el albergue O Xistral, en As Paredes.

Las vísperas son oraciones cantadas en horario de tarde (vesper, en latín significa "tarde"), salmos e himnos, así como una lectura de la Biblia y oraciones finales entre todos los monjes y fieles asistentes. El monje que lleva la voz cantante dijo unas palabras muy bonitas sobre el sentido de la peregrinación a Santiago. Advirtió que no quería ofender a nadie, pero que no sabemos "qué hay de Santiago en la Catedral de Santiago", y por tanto lo que explica que tantas personas hagan el Camino desde tiempos inmemoriales es la necesidad de búsqueda que tiene el ser humano. En verdad, cada uno de los que estamos allí tenemos nuestra búsqueda.

Ha sido una experiencia extraordinaria esta tarde en el Monasterio, el contacto con la historia y con los monjes, la escucha de las vísperas, las habitaciones del albergue... Quizá en un futuro vuelva por aquí, haciendo desde Baamonde el Camino por Miraz.









Panorámica




Fachada de la Iglesia del Monasterio de Sobrado

Claustro de los Peregrinos


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